Homenaje
27-06-13
Escribir, para qué. ¿Para aliviar la pena? ¿Para
documentar el dolor? ¿Para dejar dicho cuánto mide ese dolor?
Escribir es dejar sembrado algo, poner en
fermentación un humor, intentar la germinación de la simiente, comprobar si
existe o no terreno fértil. Sólo que, ni el humor de hoy, ni este terreno
convertido en escombros, podrán hacer germinar nada que se pueda equiparar a la
fecunda humanidad del amigo ido. William Ramírez Molina.
Ido y presente, inabarcable a la vez que cobijable,
todo y nada. No habrá manera de remplazar tus esencias y modos, no habrá manera
de siquiera aproximarse a tus amorosas formas de entender al otro, de tener al
otro en ti mismo. Otro que somos todos los que te quisimos y estuvimos, y otro
que eras a la vez tú mismo.
Ingeniero de genio, crisol de saberes, maestro,
gerente de gerentes, cazador de futuros, arte y ciencia juntos, padre de
padres, hermano, sencillamente amigo.